Limpieza sustentable

Hoy en día casi todo está hecho de plástico, basta mirar la etiqueta de la ropa que llevamos u observar cuidadosamente los objetos que nos rodean: dispositivos electrónicos, mobiliario, productos desechables…. estamos en contacto constante con elementos producidos a partir del plástico. En parte es maravilloso que el ser humano haya sido capaz de crear un componente de tal manejabilidad, durabilidad y resistencia que permita elaborar todo tipo de objetos, pero como contrapartida, es importante concienciar sobre las consecuencias que tienen su sobreconsumo y el tratamiento actual que se le está dando a los residuos, para atajar cuanto antes su impacto medio ambiental.

Un envase de plástico necesita entre 500-1000 años para descomponerse y el 40% del plástico que se fabrica va destinado a embalajes o productos de un solo uso. En los últimos 10 años hemos producido más plástico que en toda la historia de la humanidad por lo que hay una sobre producción y además de todo ese plástico sólo un 9% se recicla, el 12% se quema (generando emisiones de CO2) y el resto inunda nuestro ecosistema. De hecho 9 millones de toneladas de plástico acaban en el océano cada año y el 75% terminan en su fondo, provocando graves consecuencias en los ecosistemas marinos. Además, existe un problema gravísimo con los llamados micro plásticos, partículas de menos de 5 mm de plástico que flotan en los océanos. Se estima que actualmente pueda haber cerca de 51 trillones de estas diminutas partículas que son ingeridas por todo el tipo de vida marina, pasando automáticamente a formar parte de nuestra cadena alimenticia. La previsión actual es que, si persisten este nivel de producción y gestión de residuos, en 2050 habrá aproximadamente 12.000 millones de toneladas de basura plástica en vertederos o en el medio ambiente. Y la solución no pasa por prohibir el plástico porque, si analizamos las alternativas, veremos cómo algunas tienen mayor impacto medioambiental, por lo tanto, la clave está en fomentar la implementación de sistemas de retorno de envases y en apoyar medidas basadas en la economía circular, que apuesten por la reutilización de la materia prima. 

FROSCH y su Iniciativa Plásticos Reciclados apuesta por una mayor sostenibilidad en la gestión de residuos dando valor a los plásticos. En Frosch pensamos que el plástico es útil y desempeña un papel muy importante en nuestras vidas, pero debemos empezar a pensar en las consecuencias que tiene su sobreconsumo y el tratamiento actual que se le está dando como residuo. Y es que una gran parte de los residuos de envases plásticos siguen sin reciclarse adecuadamente. En su lugar van a parar a las incineradoras municipales como combustible auxiliar. Así, se despilfarra el petróleo, aun siendo una valiosa materia prima limitada, y se contamina el medio ambiente innecesariamente con emisiones de CO2. Por este motivo, queremos plantear un escenario de uso responsable del plásticoLas botellas PET de Frosch son 100% reciclables y 100 % recicladas. De esta manera es posible reintroducirlas en el ciclo productivo estableciendo así una economía circular.